Alberto Guerra, testigo de la corrupción – La historia completa

El exjuez Alberto Guerra en su testimonio en abril ante el tribunal que ve la demanda de arbitraje entablada por Chevron en contra de la República del Ecuador, explicó lo que sabía sobre la corrupción judicial perpetrada por el abogado estadounidense Steven Donziger y sus colaboradores en el juicio de Lago Agrio. Guerra, que fue el primer juez del caso, también participó en dichas ilegalidades que incluyeron intentos de coordinar con el último juez del juicio de Lago Agrio, Nicolás Zambrano, la solicitud de sobornos relacionados con la emisión de la sentencia definitiva.

Juicio Crudo 29/10/2015

El exjuez Alberto Guerra en su testimonio en abril ante el tribunal que ve la demanda de arbitraje entablada por Chevron en contra de la República del Ecuador, explicó lo que sabía sobre la corrupción judicial perpetrada por el abogado estadounidense Steven Donziger y sus colaboradores en el juicio de Lago Agrio. Guerra, que fue el primer juez del caso, también participó en dichas ilegalidades que incluyeron intentos de coordinar con el último juez del juicio de Lago Agrio, Nicolás Zambrano, la solicitud de sobornos relacionados con la emisión de la sentencia definitiva.

Guerra y Zambrano tenían un arreglo en el que Guerra estaría encargado de redactar de manera clandestina las providencias de los casos civiles que manejaba Zambrano, a cambio de un pago mensual de aproximadamente $1.000. Guerra redactó secretamente unos 100 dictámenes a nombre de Zambrano, cuyos borradores fueron encontrados en la computadora de Guerra. A cambio, Zambrano le pagó distintas cifras, generalmente en efectivo y en algunas ocasiones a través de depósitos directos en la cuenta bancaria de Guerra. Los estados de cuenta, papeletas de depósito y la agenda de Guerra corroboran su testimonio. Guerra declaró que por lo general entregaba personalmente copias de los borradores de las providencias a Zambrano en el aeropuerto de Quito, o en su defecto enviaba los documentos o las USB que contenían borradores ya sea a Zambrano o a un tercero que servía de intermediario (a pedido de Zambrano) vía TAME, la línea aérea estatal. Los registros de envío de TAME corroboran la existencia de numerosos envíos hechos por Guerra a Zambrano y a terceros que servían de intermediarios.

En relación al caso de Chevron en particular, Guerra declaró haber llegado a un acuerdo por separado con los representantes de los demandantes de Lago Agrio, a través del cual acordaron pagarle $1.000 mensuales, a cambio de dictámenes que ayudarían impulsar el caso a su favor. Durante el primer período que Zambrano estuvo a cargo del caso Chevron, Guerra redactó de manera clandestina por lo menos nueve providencias, cuyos borradores fueron encontrados en su computadora. En su declaración, proporcionó detalles de varios de estos dictámenes, demostrando así su profundo conocimiento de los mismos. Los representantes de los demandantes generalmente pagaban a Guerra en persona y en efectivo, pero en ocasiones hicieron depósitos directos en su cuenta bancaria. Los estados de cuenta y las papeletas de depósito confirman su testimonio.

En relación a la sentencia de Lago Agrio, Guerra declaró que Zambrano le pidió solicitar un soborno a los demandantes de Lago Agrio a cambio de permitirles redactar la sentencia. Guerra se reunió con Donziger, su colega ecuatoriano Pablo Fajardo y el representante de los demandantes, Luis Yanza, en el restaurante Honey & Honey en Quito y les presentó esta propuesta que fue rechazada por los tres. Cuando Guerra informó a Zambrano del resultado de su reunión, Zambrano le informó que había llegado a un acuerdo por separado con los demandantes, en virtud del cual los demandantes redactarían la sentencia a cambio de un soborno de $500.000 a ser pagado de lo que se obtuviera luego de la ejecución de la sentencia.

Guerra declaró que unas dos o tres semanas antes de la emisión de la sentencia de Lago Agrio, Fajardo entregó a Zambrano un borrador de ésta y pidieron a Guerra revisar y editarlo. Guerra permaneció el fin de semana en Lago Agrio editando y revisando la sentencia en una computadora que le entregó Fajardo. Dado que Guerra tenía algunas preguntas, Fajardo le dio una Ayuda Memoria para facilitarle la edición de la sentencia. Guerra encontró que dicha Ayuda Memoria no le servía para la edición de la sentencia; finalmente ninguno de los cambios hechos por Guerra, y explicados en su declaración, se incluyeron en la sentencia final.

Guerra redactó de manera secreta los dictámenes en los casos civiles a cargo de Zambrano

Guerra y Zambrano enviaron el material redactado de manera clandestina vía TAME.

El testimonio de Guerra durante la audiencia en relación a los nueve dictámenes en el caso Chevron que fueron redactados secretamente por Guerra a nombre de Zambrano, dejan en claro que Guerra redactó tales dictámenes. (Pista 2 Transcripción de la Audiencia, Día 4, Tr. 863-877)

Los registros de envío de TAME muestran que Guerra hizo varios envíos a Zambrano durante el período en el que presidió el caso Chevron, a través de intermediarios como Narcisa León o Fernando Albán.

Los demandantes de Lago Agrio pagaron a Guerra para que redactara de manera clandestina los dictámenes en el caso Chevron.

A nombre de Zambrano, Guerra se reunió con el equipo legal de los demandantes en el restaurante Honey & Honey para solicitar un soborno a cambio de permitirles redactar la sentencia.

Guerra editó un borrador de la sentencia preparado por los demandantes de Lago Agrio.

Guerra solicitó y recibió una Ayuda Memoria de Pablo Fajardo.

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