Caso Chevron

Correa y el Petróleo

Petroleum World - Gustavo Coronel 06/10/2013

El Presidente ecuatoriano Rafael Correa, amenaza a la revista inglesa “The Economist” con entablar una demanda en su contra por la publicación de un artículo sobre la contaminación en la Amazonía, derivada de las actividades de producción petrolera (ver Its hard to be Green: Correa gets away with a U-turn). En este artículo, The Economist critica a Correa por su fracasado proyecto para obtener fondos de otras naciones como compensación para no realizar perforaciones petroleras en el Parque Nacional Yasuní. Este artículo también hace breve referencia al hecho de que la fosa de petróleo en la que Correa mojó su mano para "comprobar" la contaminación causada por Texaco, de hecho habría sido causada por la estatal petrolera ecuatoriana Petroecuador. Esta compañía, como es de conocimiento público, ha estado operando en el área en la cual Texaco dejó de operar hace más de 20 años. El pretender que la escena de un crimen cometido hace más de veinte años, que ha sido posteriormente transitada por otros, pueda aún mostrar lo que realmente sucedió en ese entonces, revela la profunda ignorancia de Correa. De hecho, aún cuando Texaco estaba operando en esta área, Petroecuador era su socia y tenía total conocimiento de lo que estaba sucediendo. El Gobierno del Ecuador otorgó a Texaco una clara liberación legal, cuando esta compañía salió del Ecuador a principios de los 90.

La pretensión de Correa es un ejemplo de la fuerza de la ideología sobre la razón. Correa necesita fondos de manera urgente, dado que Venezuela ya no puede proveerle de tanta ayuda como antes. Ha fracasado en su intento de conseguir el apoyo de las naciones que pretendía extorsionar, con la amenaza de realizar perforaciones petroleras en el Parque Nacional Yasuní. Las acciones legales en contra de Chevron-Texaco se están evaporando frente a las abundantes evidencias de @@corrupción@@ y conducta indebida de los abogados y expertos contratados por los demandantes. Ahora intenta encontrar la manera de hostilizar a la prensa libre y cree, ingenuamente, que puede imponer su voluntad sobre la justicia en el exterior, tal y como lo hace en el Ecuador.

Si lo hace se expondrá a otra amarga decepción.

Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original puede ser visto aquí