Caso Chevron

Ecos del sur: demanda contra la petrolera Chevron

Una millonaria demanda interpuesta en Ecuador contra Chevron amenaza con extenderse a Colombia, donde la multinacional produce el 60 por ciento del gas que se consume en el país. Historia de un pleito que parece no tener fin.

Semana 14/12/2012

Foto: Semana

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Ante los tribunales colombianos podría llegar en las próximas semanas una multimillonaria demanda contra la petrolera Chevron. Se trata del pleito que lleva cerca de una década, en los tribunales de Estados Unidos y Ecuador, entre esta empresa norteamericana y representantes de un grupo de indígenas de la Amazonia ecuatoriana.

La disputa ya traspasó las fronteras de estas dos naciones y amenaza con extenderse a otros países en donde la multinacional energética tiene presencia.

Los abogados de los demandantes -aborígenes de Ecuador- presentaron su caso en Nueva York donde no prosperó porque los jueces señalaron que no tenían competencia para asumirlo. Pero sí ganaron el litigio en Ecuador, donde las autoridades judiciales determinaron que para cobrar la costosa multa, que asciende actualmente a 19.000 millones de dólares, se podrían embargar los bienes de la compañía en cualquier parte del mundo.

Chevron considera la sanción exorbitante y sin ningún asidero legal. Es superior, por ejemplo, a la multa por 4.500 millones de dólares que deberá pagar BP por el derrame de petróleo en el Golfo de México.

Ya hay un antecedente sobre los alcances que está adquiriendo esta disputa. Hace un mes un juez de Argentina anunció el embargo de todos los bienes de la petrolera, sus dividendos y el 40 por ciento de sus ventas de crudo. La decisión se realizó al amparo de la Convención Interamericana sobre Cumplimiento de Medidas Cautelares en el Extranjero, un acuerdo judicial regional del cual Colombia también hace parte.

Los demandantes también han llevado el pleito a Canadá y Brasil y planean presentar demandas en Europa, Asia y Oceanía. De los cerca de 100 países en los que tiene presencia Chevron, esperan interponer pleitos en por lo menos 30. En Colombia las acciones legales se oficializarían una vez se levante el paro que afecta a la rama Judicial. Pero antes, un juez del Ecuador tendría que enviar una carta a la Cancillería para solicitar la colaboración de la justicia en este caso.

Aunque algunos expertos en el sector sostienen que las pretensiones no se justifican y que no prosperarán en el país, que tiene reglas de juego claras para la inversión extranjera, Chevron Colombia no se ha quedado quieta y contrató a las firmas más reconocidas de abogados. La petrolera produce actualmente el 60 por ciento de todo el gas que se consume localmente, que extrae de sus campos Chuchupa y Ballenas, en La Guajira, en asocio con Ecopetrol. Opera más de 370 estaciones de servicio Texaco. Sus activos ascendieron el año pasado a 1,5 billones de pesos y sus ventas a 3,7 billones.

El abogado Néstor Humberto Martínez, asesor de Chevron Colombia, asegura que sería absolutamente improcedente la demanda porque la compañía nunca ha sido parte del proceso que se sigue en Ecuador.

Un largo pleito

Para entender el caso hay que remontarse varias décadas atrás. Entre 1964 y 1990 la petrolera estadounidense Texaco realizó trabajos de exploración y explotación de crudo en la provincia de Sucumbíos, en la Amazonia ecuatoriana, en asociación con la compañía estatal Petroecuador. Se estima que se perforaron 356 pozos y se construyeron 430 piscinas petroleras para atajar los líquidos provenientes de la perforación. En 1990 Texaco abandonó el país una vez se terminó la concesión y Petroecuador continuó explorando y explotando los ricos yacimientos del área.

En 1993 un grupo de indígenas de la región, respaldados por el abogado ecuatoriano Pablo Fajardo, decidió demandar a Texaco en un juzgado de Nueva York argumentando que la exploración de la petrolera estadounidense había provocado graves daños ambientales en la zona relacionados con la contaminación de los ríos y del aire, lo que habría provocado muertes por cáncer a la población expuesta a estos químicos. A la petrolera se le acusó de no haber puesto en marcha medidas suficientes para amortiguar el impacto de su explotación.

Pero ¿qué tiene que ver Chevron en esta historia? La multinacional entró en escena en 2001 cuando compró por 45.000 millones de dólares a Texaco, con lo cual se posicionó como la segunda más grande petrolera de Estados Unidos, después de ExxonMobil. Ese es precisamente uno de los principales argumentos de los abogados de la multinacional: Chevron Corp. no tiene nada que ver con este pleito porque nunca realizó actividades de exploración en Ecuador.

Además, afirma que cuando Texaco salió de Ecuador acordó con el gobierno de ese país pagar una compensación por los posibles daños ambientales, proporcional a su participación en el contrato de asociación petrolera, donde era socio minoritario con menos del 40 por ciento. Por eso realizó trabajos de recuperación en 162 piscinas -las restantes le correspondía repararlas a Petroecuador, que según Chevron es la verdadera responsable de los daños ambientales- y pagó 40 millones de dólares, monto superior a los estipulados en las diferentes auditorías que se realizaron sobre el terreno. Una vez culminó el contrato, la petrolera salió del país con el beneplácito de las autoridades ecuatorianas.

Con estos y otros argumentos Chevron ganó la demanda instaurada ante los tribunales de Nueva York. Pero los demandantes no se dieron por vencidos y tras la derrota interpusieron una nueva demanda ante un tribunal de Lago Agrio, en Sucumbíos, en 2003. El mismo tribunal que emitió la orden de detención contra el entonces ministro de Defensa Juan Manuel Santos por la incursión del Ejército colombiano en territorio ecuatoriano.

Después de casi una década de debates y enfrentamientos entre las partes involucradas, de decenas de informes de peritos para determinar el nivel de toxicidad de las aguas aledañas a la explotación minera, en febrero de 2011 un juez de Lago Agrio condenó a Chevron a pagar una multa de 8.500 millones de dólares por los daños causados al medio ambiente y a los habitantes. Pero advirtió que la cifra se duplicará si la multinacional no se disculpa con las comunidades indígenas. A estas alturas del pleito la demanda ya está tasada en 19.000 millones de dólares.

Mientras el abogado de los demandantes, Pablo Fajardo, sostiene ante diversos medios de comunicación que "no vamos a perdonar un solo centavo de Chevron en esta batalla y que vamos a iniciar las acciones jurídicas en distintos continentes y en distintos países donde tiene activos alrededor del mundo", la petrolera se mantiene en su posición de que no va a pagar un solo dólar. James Craig, portavoz para América Latina y África de la multinacional le dijo a SEMANA que Chevron Corp. no tiene nada que ver con el pleito ecuatoriano y que "no tiene intención alguna de sentarse a girar cheques a abogados corruptos".

Sustenta la acusación con base en decenas de videos y cientos de correos que tiene la compañía en su poder y ha presentado ante diversos tribunales para demostrar de qué manera los demandantes han realizado extorsiones y pagado sobornos. Craig asegura que los abogados ecuatorianos no se atreven a seguir con el litigio en Estados Unidos porque la compañía les interpuso una demanda donde los acusa de asociación ilícita para delinquir, extorsión y crimen organizado. Dice que este pleito no es entre indígenas ecuatorianos y una multinacional del petróleo porque detrás de él hay abogados estadounidenses y fondos de inversión que están tratando de beneficiarse.

Como ninguna de las partes está dispuesta a ceder, este litigio podría seguir por varios años más y extenderse a otras naciones. Todavía no se sabe cómo terminará ni quién ganará de manera definitiva esta batalla jurídica. Por ahora la expectativa es cuándo llegará a terreno colombiano. 

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