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Ecuador en las Noticias

Ecuador consolida autocracia 

24/11/2014 O Estadão -

Con la Justicia subordinada al Ejecutivo, con la amplia mayoría en el el Legislativo y con la prensa amordazada, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, está a punto de lograr cambiar la Constitución para perpetuarse en el poder. Es la más reciente arremetida de Correa en su misión para destruir lo poco que queda de la democracia ecuatoriana, como ya ha ocurrido en otros países que se autodenominan “bolivarianos”, en nombre de la llamada “revolución ciudadana” - que desea implementar el “Socialismo del Siglo 21”.

Fuente: El Comercio Fuente: El Comercio

Fuente: El Comercio

Con la Justicia subordinada al Ejecutivo, con la amplia mayoría en el el Legislativo y con la prensa amordazada, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, está a punto de lograr cambiar la Constitución para perpetuarse en el poder. Es la más reciente arremetida de Correa en su misión para destruir lo poco que queda de la democracia ecuatoriana, como ya ha ocurrido en otros países que se autodenominan “bolivarianos”, en nombre de la llamada “revolución ciudadana” - que desea implementar el “Socialismo del Siglo 21”.

A finales de octubre, la Corte Constitucional de Ecuador dictaminó que la Asamblea Nacional puede modificar la Constitución sin la necesidad de someter estos cambios a un referéndum, como lo exige la oposición. La @@sentencia@@ se refiere a un paquete de 17 enmiendas constitucionales presentadas por el gobierno, entre las cuales está la que permite la reelección indefinida para todos los cargos públicos con mandato.

En su argumentación, la Corte demostró su docilidad al régimen. En sólo dos días de debates, concluyó que las enmiendas presentadas por el gobierno no son “reformas”, razón por la cual no requieren aprobación popular directa en la forma de consulta.

Además de la reelección indefinida, otra fuente de protestas es un cambio en la legislación laboral, que en la práctica limita el derecho de huelga.

El país ha presentado un desempeño económico satisfactorio en los últimos tiempos, con previsión de crecimiento del 4% en este año, pero el clima está tenso justamente debido a los cambios constitucionales que Correa quiere imponer. Además de la reelección indefinida, otra fuente de protestas es un cambio en la legislación laboral, que en la práctica limita el derecho de huelga. Por último, pero no menos importante, Correa quiere transformar a los medios de comunicación en “servicio público” - pretexto obvio para ampliar su ya extenso control sobre la prensa.

Estos temas causaron grandes manifestaciones en septiembre, reuniendo sindicalistas y grupos de la oposición - debidamente reprimidos por la policía y por militantes progubernamentales convocados por Correa. En un discurso ante sus partidarios, el presidente recurrió a la vieja táctica de calificar a las protestas - legítimas en cualquier democracia - como “intento de golpe”, articulado, según dijo, en connivencia con la “derecha internacional”. Para el partido de gobierno, Alianza País, la propuesta de referéndum “es solamente una estrategia de las élites para desestabilizar al gobierno nacional”.

La mayoría de los ecuatorianos, sin embargo, está a favor de los manifestantes: una encuesta reciente, realizada pelo Instituto Cedatos, informa que el 73% de la población quiere un referendo sobre la reelección indefinida y que el 75% dicen que consideran inaceptable que esta y otras cuestiones constitucionales de la misma importancia sean sometidas únicamente a la Asamblea Nacional - donde el gobernante Alianza País cuenta con 100 de los 137 escaños.

Correa, quien promovió una purga masiva de jueces en 2011 - desde entonces, ninguna corte ha emitido @@sentencia@@ alguna en contra del Gobierno.

Para la Corte Constitucional, sin embargo, la posibilidad de la reelección indefinida tiene como objetivo “facilitar” el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos de candidatearse, siempre que lo deseen, a cargos de elección popular. En la visión distorsionada de un tribunal, cuya función debería ser la de preservar la Constitución, la alternancia en el poder no está prevista entre los elementos constitutivos del Estado democrático - a pesar de que es obvio que la prohibición a la reelección sólo tenga ese espíritu.

Pero no era posible esperar otro comportamiento de un tribunal, que como el resto del sistema judicial ecuatoriano, vive a merced de los deseos de Correa, quien promovió una purga masiva de jueces en 2011 - desde entonces, ninguna corte ha emitido @@sentencia@@ alguna en contra del Gobierno.

Como existe la necesidad de resguardar legalmente las medidas autoritarias del régimen, la Corte Constitucional ha cumplido con su rol. Dijo que no hay un modelo único de sistema electoral y que cada país tiene que elegir a aquel que mejor se adapte a sus necesidades. También declaró que es la población quien debe decidir, a través de las elecciones, si el gobernante debe o no debe permanecer en el cargo. Y, finalmente, determinó que prohibir la reelección “implica una limitación injustificada de los derechos constitucionales” de aquellos políticos que buscan la reelección y de los votantes a los que les gustaría reelegirlos. Aquí, pues, como se traduce en el lenguaje jurídico, el movimiento “Rafael Correa es para siempre”.
 

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