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Energía

El Ecuador abre su industria petrolera a inversiones del sector privado

08/06/2020 Energy Intelligence -

La economía dolarizada del Ecuador este año se ha visto marcada por dos eventos, la pandemia por el Covid-19 y un desastre natural que comprendió deslizamientos de tierra que afectaron dos de los principales oleoductos del país: el SOTE y el OCP, lo que desembocó en una interrupción temporal de la producción petrolera del país.

La economía dolarizada del Ecuador este año se ha visto marcada por dos eventos, la pandemia por el Covid-19 y un desastre natural que comprendió deslizamientos de tierra que afectaron dos de los principales oleoductos del país: el SOTE y el OCP, lo que desembocó en una interrupción temporal de la producción petrolera del país.  Estos eventos han afectado las exportaciones petroleras del Ecuador y han evidenciado aún más la calamitosa situación de las arcas del estado, lo que ha hecho que algunos se vuelvan a cuestionar cómo desmonopolizar la industria petrolera del país y cómo reducir el papel del estado en ella.  Sin embargo, tales esfuerzos habrán de enfrentarse con una disciplina de capital intensificada que prevalece en las compañías petroleras internacionales (CPIs) y las siempre presentes incertidumbres que acechan a Latinoamérica.

 “Estamos reabriendo el país… a los inversionistas.  Estamos desmonopolizando de manera total, particularmente el sector energético.  En este proceso, las oportunidades de negocio son inmensas, realmente inmensas”, dijo el ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables del Ecuador, René Ortiz, durante una discusión en la Conferencia Virtual sobre Energía de La Jolla en mayo.  “Hay algunos negocios en curso que deberán ser transferidos al sector privado: negocios en curso que no podemos sostener.  El Erario nacional está agotado”, añadió (EIF Mar.4'20).

Los cambios en las regulaciones y en la legislación están todos bajo revisión a fin de atraer la participación de CPIs privadas, así como de entidades nacionales, dijo Ortiz.  La apertura del Ecuador implica la liberalización de los sectores upstream, downstream y midstream y además comprende iniciativas que incluyen la importación de combustibles, el uso por el sector privado de infraestructura de propiedad de las compañías estatales petroleras que existe al presente, concesiones de refinación y cambios contractuales, añadió Ortiz.

El Ecuador tiene alrededor de 2.800 millones de barriles en reservas petroleras, entre las más pequeñas de América Latina y el Caribe, lo que de acuerdo al BP Statistical Review of World Energy, le alcanzaría solo para 14.8 años más.  Pese al reducido tamaño de su base de reservas, el Ecuador se mantiene como un exportador neto de petróleo, principalmente a los Estados Unidos, Perú y Chile.  El país está también operando en el sector minero y continúa realizando esfuerzos para impulsar las exportaciones de energía eléctrica a sus países vecinos: Perú y Colombia.

Sin embargo, los esfuerzos que ha realizado para incrementar sus cada vez más escasas reservas petroleras han fracasado.  Las reservas del país cayeron un 35% entre 2008 y 2018, en parte por las políticas implementadas por el ex presidente Rafael Correa que afectaron las inversiones del sector privado (EIF Sep.25'19). La producción petrolera actual, que el 31 de mayo llegó a 523.923 barriles por día, es un 6% más baja que el pico de producción del país que alcanzó 557.000 b/d en 2014.

El objetivo de lograr un nivel de producción mayor ha probado ser muy difícil de alcanzar debido a las restricciones sobre la cuota petrolera impuestas por la OPEP, las que dispararon la segunda salida del Ecuador del cartel a principios de este año y la monopolización del gobierno respecto de los denominados “sectores estratégicos” que Ortiz sostuvo deberían ser considerados como “sectores de inversión”.

 “Para un país pequeño como el Ecuador, [nuestro] potencial recurso natural es realmente inmenso y en realidad no hemos hecho mucho dada la monopolización de lo que ellos denominan sectores estratégicos”, dijo Ortiz.  “Ya no son sectores estratégicos, son sectores de inversión y [necesitamos] tratarlos como tal.  Por lo tanto,  quiero promover esta iniciativa [y] este país con el nuevo proceso de desmonopolización que se avecina”.

La manera en que los contratos se diseñaron en el pasado no resultó atractiva para negocios del sector privado; por lo tanto, los acuerdos con las compañías deben ser cambiados por un modelo de producción compartida, enfatizó Ortiz.  “Si se transfiere la modalidad de servicios a producción compartida, tendremos grandes ventajas”, añadió.

Además de su potencial upstream, el Ecuador también tiene tres refinerías: Esmeraldas, Shushufindi y La Libertad, con una capacidad de procesamiento total de 175.000 b/d. Previo al nombramiento de Ortiz en marzo de 2020, el país había estado rondando al sector privado para lograr un financiamiento total de seis mil millones de dólares para la construcción de una refinería de alta conversión, con una capacidad de procesamiento de hasta 300.000 b/d. Además está mejorando las refinerías existentes con el objetivo de producir combustibles para satisfacer las demanda interna a fin de reducir costosas importaciones.

Antes del inicio del año, el Ecuador estaba también enfocado a poner en marcha la Ronda de Intracampos II, que se había anticipado lograría traer alrededor de mil millones de dólares de compromisos de inversión del sector privado. Paralelamente, se había planificado una fusión de las dos empresas estatales de petróleo del país, Petroecuador y Petroamazonas, a fin de incrementar su eficacia.  Estos planes se vieron truncados por las protestas en respuesta a la eliminación del polémico subsidio a los combustibles de $1,300 millones al año, que fuera posteriormente restablecido, y ahora por la emergencia sanitaria causada por el Covid-19 (EIF Oct.16'19).

Los esfuerzos por mejorar la situación financiera del Ecuador continúan mientras el gobierno intenta reducir su coeficiente deuda/PIB a través de una serie de medidas acordadas a fin de calificar para un préstamo de $4.200 millones del Fondo Monetario Internacional en marzo de 2019.  Ortiz considera que existen tres sectores industriales propicios para inversiones este año.  “Si queremos expandir estos tres frentes: minería, energía eléctrica e hidrocarburos, necesitamos el apoyo del sector privado”, afirmó.

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