Caso Chevron

El tour de universidades de un estafador convicto

Red State - Erik Telford 27/04/2015

Foto: Getty Images

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¿Por qué prominentes facultades de derecho reciben al desacreditado abogado Steven Donziger?

Se podría pensar que, para la mayoría de las instituciones, no sería buena idea invitar a un conferencista que fue encontrado culpable de "fraude flagrante". Sin embargo, parece que a nadie se le ocurrió eso en el Instituto de Leyes y Políticas Globales de la Facultad de Derecho Harvard, ni en el Centro para Estudios Latinoamericanos de Georgetown.

El conferencista en cuestión es Steven Donziger, el controversial abogado que está en el centro de un caso de $ 9.500 millones contra Chevron por daños ambientales en Ecuador que ocurrieron hace décadas. La semana pasada apareció ante un panel de la escuela de leyes de Harvard para discutir el litigio de 22 años, e hizo una presentación similar en la Universidad de Georgetown el martes por la tarde –un fuerte comienzo para lo que se perfila como un verdadero circuito de conferencias en universidades.

Esto es preocupante porque se encontró que Donziger utilizó algunas tácticas muy sucias en su intento de extorsionar a Chevron. El caso es sin duda, bastante complicado, pero en resumidas cuentas, esto es lo que pasó. Activistas ambientales, con la bendición del gobierno ecuatoriano, coordinaron una @@sentencia@@ de $19 mil millones contra Chevron por abusos cometidos por Texaco, adquirida por Chevron en el año 2000. Ecuador tiene poca independencia judicial, así que el caso fue inevitablemente contra Chevron, aunque la cifra monetaria fue finalmente reducida a $9.500 millones, aún una suma enorme.

Donziger lideró el equipo legal contra Chevron. Sólo podemos especular sobre sus motivaciones, pero en algún punto en el camino, perdió claramente su brújula moral. Chevron llevó el caso a suelo estadounidense, presentando una acción privada RICO contra Donziger y su equipo. Después de revisar la evidencia, el juez de la Corte Federal de Distrito de los EE.UU., Lewis Kaplan, bloqueó el juicio contra Chevron y dictaminó que Donziger violó "las leyes federales antimafia, cometiendo fraude de correo y electrónico, lavado de dinero, soborno a testigos y obstrucción de justicia".

Como era de esperarse, Donziger apeló el fallo del juez —los argumentos orales comenzaron el lunes pasado— así que claramente no está allá afuera suplicando a los estudiantes que aprendan de sus errores y sigan el camino correcto. Al contrario, ha sido expuesto en video diciéndole a los estudiantes practicantes de leyes que "necesitamos hacer hechos que nos ayuden, y los hechos que necesitamos no siempre existen".

Es toda una lección de ética. ¿Es realmente este el tipo de persona que queremos que hable ante nuestra próxima generación de abogados?

Esto se refleja abismalmente en ambas universidades. Insisten en que sus actos fueron simplemente en paneles y que Donziger fue invitado a ser una voz entre varias, pero no es difícil observar hacia qué lado se inclinaron los eventos. El Evento en Facebook de la escuela de leyes de Harvard llamó a Donziger "el objetivo principal de la campaña de represalias de Chevron", y el evento de Georgetown decía que Chevron ha estado maquinando una "campaña de desprestigio internacional". En ningún caso estuvo presente un representante de Chevron para poder tener una discusión más equilibrada.

No importa que Donziger sea una de las personas que hasta ahora parece ser un villano en los procedimientos judiciales de los Estados Unidos. No importa que Donzinger y compañía hayan estado librando una campaña de desprestigio contra el juez Kaplan y contra muchos reporteros legales veteranos que cubren el caso. No importa que una de las firmas de abogados más importantes de la nación, Patton Boggs, retiró su participación en el caso hace un año con "arrepentimiento" de cómo se había jugado contra Chevron. La lista de evidencias contra Donziger continúa, pero no escuchará mencionar ninguna en Harvard o Georgetown –dos de las facultades de derecho más importantes del país. Esperaríamos una actitud diferente de ellos.

Erik Telford es presidente de Franklin Center for Government & Public Integrity.

Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron, el artículo original en inglés puede ser visto aquí

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