Caso Chevron

‘Un esquema de extorsión, puro y simple’

Business Roundtable Today 26/11/2013

Los testimonios concluyeron esta semana en un importante caso para todas las empresas que operan en alrededor del mundo, el juicio civil de Chevron contra un abogado estadounidense, Steven Donziger, y sus aliados, quienes armaron una demanda multimillonaria acusando a Chevron de daños ambientales en Ecuador.

De El New York Law Journal, del 15 de octubre, en la jornada inaugural del caso por extorsión Chevron Corp. v Donziger , 11 -cv- 00691, que se celebró en el Tribunal de Federal de los Estados Unidos, Distrito Sur de Nueva York (Manhattan).

Durante la presentación de su caso en los argumentos de apertura ante el juez del Distrito Sur Lewis Kaplan, Mastro dijo que Donziger sobornó a un juez y tenía cómplices para la redacción clandestina de opiniones judiciales en el juicio en Lago Agrio, Ecuador, como parte de un complot para “extorsionar y conseguir un cheque jugoso de la compañía a cambio de que el dolor desaparezca”.

“Ha sido un camino largo y duro para llegar hasta aquí, pero el día del juicio está al alcance de la mano”, dijo Mastro, socio de Gibson, Dunn & Crutcher. Instó a Kaplan a declarar a Donziger responsable de ser el hombre que “planeó y orquestó” el esquema [de fraude] y quien, a lo largo del camino, cometió “múltiples actos de fraude postal, extorsión, soborno, manipulación de testigos y lavado de dinero”.

“Su señoría, es un esquema de extorsión puro y simple”, dijo Mastro.

La cobertura mediática del juicio apoya abundantemente la validez de los argumentos de Chevron. (Ver más abajo)

La versión abreviada de una muy larga y complicada historia: Chevron fue demandada originalmente por ecuatorianos en los Estados Unidos, acusada de daños ambientales causados ??por la adquisición de Texaco en 1992, que operó desde 1964 hasta 1990 en la Amazonía, y que era parte de un consorcio con la petrolera estatal Petroecuador. La realidad es que Texaco mitigó cualquier contaminación de la que era responsable y fue liberada de responsabilidad por el gobierno de Ecuador.

Más tarde, la demanda fue trasladada a Lago Agrio, Ecuador, donde, después de varios actos de corrupción, un juez dictó en el 2011 un veredicto de $18 mil millones en contra de Chevron, recientemente reducido a $ 9 mil millones.

La demanda contra Chevron se convirtió en una causa célebre para los ambientalistas y la izquierda antiempresas, recibió una cobertura condescendiente y acrítica por programas y medios como 60 Minutes y Vanity Fair, y se convirtió en el tema de un documental pretencioso, “Crudo”, más tarde demostrado que había sido arreglado, financiado y prácticamente dirigido por Donziger. El gobierno izquierdista de Rafael Correa abrazó el caso como parte de su gobierno antiestadounidense y antiempresas.

Chevron presentó una demanda RICO contra Donziger en una corte federal, usando lo que se conoce como procedimientos 1782 (en referencia a la sección 1782 del código legal estadounidense) para forzar declaraciones y entrega de documentos que demostraron, como dijo Mastro, “múltiples actos de fraude postal y electrónico, extorsión, soborno, manipulación de testigos y lavado de dinero”. Las tomas descartadas de “Crudo” fueron especialmente condenatorias, revelando la complicidad del equipo de Donziger con funcionarios del gobierno y su desprecio abierto hacia Ecuador. Chevron no está buscando ninguna compensación monetaria, sólo un fallo que impida a Donziger y sus aliados, la cobranza de daños y perjuicios en tribunales de otros países.

Chevron podría haber resuelto fácilmente este caso, tal vez por $1000 millones más o menos, pero optó por no dar marcha atrás frente a la extorsión del abogado litigante. Al montar la batalla, la compañía también descubrió implicaciones más amplias para las empresas con operaciones globales. Como Theodore Boutrous, de Gibson, Dunn & Crutcher, observó el 3 de octubre en una llamada con prensa:

Este caso, para mí, es parte de un panorama más amplio. A finales de los 90, principios del período del 2000, los abogados en Estados Unidos buscaron en todo el mundo y encontraron que había una manera de beneficiarse de un litigio en el extranjero: no sólo juicios por derechos humanos, no juicios pro bono, sino un modelo con fines de lucro y sobre todo orientado a jurisdicciones extranjeras con sistemas judiciales débiles y en ocasiones corruptos, y con reglas diferentes a las  que tenemos aquí en los Estados Unidos... jurisdicciones en las que las empresas globales han estado haciendo negocios por muchos años, y se embarcaron en una estrategia que creo que, en muchos casos, ha demostrado que los abogados se fueron envolatando y se convirtieron en parte de esquemas fraudulentos.

Este caso contra Chevron es emblemático y realmente el más vivo ejemplo de ese patrón. Y por eso creo que este es un caso importante, no sólo para Chevron y sus accionistas o para los demandantes o para el señor Donziger, el principal acusado en el caso RICO, principal abogado de los demandantes en Ecuador -supuestamente por los demandantes ecuatorianos- pero en realidad para el imperio de la ley en los Estados Unidos, por la competencia global, para el mercado global y el Estado de Derecho en todo el mundo.

Exactamente eso.

Posdata: Dos periodistas en particular, han estado cubriendo de cerca -y objetivamente- los giros y vueltas del caso Chevron / Ecuador / Donziger/litigio, escrutando los reclamos y las estrategias legales de ambas partes. Son Paul Barrett de BusinessWeek / Bloomberg (cobertura del juicio) , que está trabajando en un libro sobre el litigio, y Daniel Fisher de Forbes (cobertura del juicio).

Chevron también tiene un blog, The Amazon Post, en el que ofrece puntos de vista y opiniones sobre el juicio en Ecuador contra la compañía.

Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original en inglés puede ser visto aquí