¡Voten por mí!

Como le sobra la plata al Gobierno, producto de su sabia conducción económica, esta semana montaron una página web (sufridores.com), por lo que bautizaron: el Día del Sufridor.

Foto: La Hora

Como le sobra la plata al Gobierno, producto de su sabia conducción económica, esta semana montaron una página web (sufridores.com), por lo que bautizaron: el Día del Sufridor. Este pechito herido estaba nominado en las categorías ‘Solo pienso en ti’, ‘Odiadores’ y ‘Yo llevo en el alma una amargura’. Sí, tres de cuatro ¡No está mal, caramba!

Compito con colegas periodistas a los que estimo y, pese a ser contrincantes en este caso, les deseo el mejor de los éxitos: que gane el mejor. ‘No hard feelings’.

Esta plataforma digital nació luego de que se le ocurriera la idea a aquel que nunca sufre, aquel al que jamás le tiembla la mano ni llora ante la malcriadez de los guambras, aquel que nunca insulta. Bueno, no sé si le ocurrió a él o si es producto del ‘love center’.

Me refiero a esa nave nodriza del reparto de cariño digital, llamada por los malquerientes como ‘troll center’. ¿Por qué? Solo porque se les pone en su sitio por cometer el delito de pensar independientes. Es que no aprenden que el Ecuador ya cambió, que la patria ya es de todos, que… ¿cómo era? algo así como “si esto no es una dictadura, qué es, qué es”. ¡A no! esa es de la banda La Bersuit.E

Bueno, lo importante es que la iniciativa tiene como origen la más inmaculada ternura, por lo que los invito a votar con infinito amor por este servidor. Tome en cuenta que cumplo los requisitos en cada categoría. 1: Solo pienso en ti (lógico si meten las cadenas hasta en la sopa). 2: Odiadores (claro, pues me caen pésimo quien atropella el derecho ajeno) 3: Yo llevo en el alma una amargura (normal, si vengo de la Supercom).

Entonces, ya sabe, vote por este corazón entristecido, quien lamenta al ritmo del pasillo no poder ofrecerle el sánduche de rigor. Prometo, como quien promete mantener el Yasuní intacto, que su hambre de bocadillo y victoria será saciada con el delicioso néctar que produce el saber que somos más, muchísimos más gracias al ‘love center’ y sus anónimos patriotas. No cambien nunca.