¡SOS! El Coca, en quiebra

Así como suena, la otrora dinámica y bulliciosa capital petrolera ecuatoriana está quebrada. Hace poco tiempo atrás con cierta frecuencia el Servicio de Rentas Internas colocaba sellos de clausura en locales comerciales infractores; ahora ya no hace falta que lo hagan porque infinidad de empresas y negocios lo han hecho por iniciativa propia.

Así como suena, la otrora dinámica y bulliciosa capital petrolera ecuatoriana está quebrada. Hace poco tiempo atrás con cierta frecuencia el Servicio de Rentas Internas colocaba sellos de clausura en locales comerciales infractores; ahora ya no hace falta que lo hagan porque infinidad de empresas y negocios lo han hecho por iniciativa propia.

Se han ¡clausurado solitos! Esto gracias a que el Gobierno de turno, a través de las petroleras estatales, hasta la presente fecha no cancela la millonaria deuda que tiene con nuestra provincia, pese al ofrecimiento presidencial de hacerlo hasta el último centavo en enero pasado. El cerco se nos va estrechando, debemos pagar el impuesto a la renta, créditos bancarios, liquidación a miles de colaboradores despedidos por obvias razones, seguridad social, roles, servicios, impuestos prediales, mejoras, patentes municipales, permisos de funcionamiento al Cuerpo de Bomberos, Sayce, Soprofon, Egeda, Intendencia, ministerios de Turismo e Interior, etc., y no tenemos cómo hacerlo.

Los bancos empiezan a ejecutar acciones coactivas, nuestros hijos ya no pueden educarse, nuestra salud física y moral se deteriora y las esperanzas se agotan; por todo esto clamamos al país entero y les enviamos esta señal de ¡auxilio! Además, cabe preguntar al Sr. Ministro del Buen Vivir ¿qué hacemos para encontrar la tan pregonada felicidad?