Juicio Crudo 04/03/2020
Han pasado 6 años desde que un juez de Nueva York encontró que la sentencia contra Chevron en Ecuador fue producto de fraude, extorsión, sobornos y otras ilegalidades.
El 4 de marzo de 2014, tras un juicio de siete semanas, el juez Lewis Kaplan, de la Corte de Estados Unidos del Distrito Sur de Nueva York, determinó que abogados y activistas, liderados por el estadounidense Steven Donziger y su socio ecuatoriano Pablo Fajardo, perpetraron el mayor fraude judicial de la historia. La decisión fue ratificada en agosto de 2016 por la Corte de Apelaciones. En 2017, la Corte Suprema se rehusó a revisar el caso.
El 30 de agosto de 2018, un tribunal de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya llegó a la misma conclusión con respecto a la sentencia ecuatoriana, responsabilizando además a la Republica del Ecuador por denegación de justicia por haber permitido que se lleve adelante este masivo fraude judicial en sus cortes. Mientras tanto, en Canadá, Brasil y Argentina, las cortes también han rechazado la ejecución de la fraudulenta sentencia de Lago Agrio.
¿Y qué pasa con los abogados corruptos detrás del fraude?
Hoy, solo Donziger, con acusación penal, grillete electrónico en el tobillo y bajo arresto domiciliario, está siendo procesado por actos ilícitos ligados al caso RICO. El exlíder del esquema de extorsión de $9.500 millones, con su licencia de abogado suspendida, enfrenta además un proceso disciplinario ante la Corte de Nueva York donde el Comité de Quejas de Abogados ha pedido que se le quite su licencia para siempre.
“Cualquier abogado que sea encontrado culpable de solo uno de los actos ilícitos que la corte determinó habrían sido cometidos por Donziger –extorsión, fraude electrónico, lavado de dinero, obstrucción de la justicia, manipulación de testigos y violaciones a la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero- sin duda alguna habría sido inhabilitado para ejercer”, asegura Michael Krauss de la revista Forbes y quien ha seguido este caso por años.
Pero en Ecuador, donde viven y trabajan Fajardo y otros abogados y “activistas” detrás del fraude, no pasa nada.
Sentenciado como Donziger en el Caso RICO en EE. UU., Fajardo no solo no enfrenta proceso alguno en Ecuador por el “desfile de actos corruptos” que perpetró, sino que sigue tratando engañar al público y manipular a las cortes con dudosos procesos en la misma corte de Sucumbíos donde inició su carrera de estafador judicial con el caso Chevron.
En los últimos años, los medios han revelado más evidencia de la corrupción ligados al famoso fraude de Lago Agrio y que vinculan a Fajardo con sonados casos de corrupción en el anterior gobierno. ¿Alguien algún día investigará en Ecuador el “fraude legal del siglo”?
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