Correa desecha aliarse con quienes no dieron el golpe

Rafael Correa ha anunciado que no aceptará un acuerdo electoral de su movimiento con la dirigencia indígena, con miras a las elecciones de 2021.

No niega esa posibilidad por alguna divergencia ideológica o programática, tampoco porque exista una cuenta imposible de saldar por los choques que tuvo con los indígenas durante su gobierno. No. Para Rafael Correa, no se puede y no se debe tejer alianzas electorales con la dirigencia indígena por un motivo: ellos no dieron el puntillazo final al golpe de Estado activado durante las protestas de octubre.

Correa hizo esta afirmación el 13 de enero en una entrevista en Pichincha Universal, la principal plataforma mediática del correísmo que se financia con los dineros de la Prefectura de Pichincha manejada por la prefecta Paola Pabón. Ahí, le preguntaron si ha pensado en un acuerdo electoral con movimientos afines al suyo para las elecciones del 2021. El periodista, al formular la pregunta, puso de ejemplo el caso argentino donde la ex presidente y actual vicepresidente, Cristina Kirchner, decidió postularse con Alberto Fernández que, en un momento, llegó a ser feroz crítico suyo. Pero la respuesta de Correa fue contundente: no está dispuesto a perdonar a la dirigencia de la Conaie por no haber completado la tarea de derrocar al gobierno. Según Correa, en la dirigencia hay «gente mala» y «traidora» que lanzaron «la tabla de salvación al gobierno» de Moreno al haber puesto punto final a las movilizaciones, tan pronto como se derogó el decreto que eliminó los subsidios a los combustibles. «Le dieron una salida», sostuvo el ex presidente quejándose, con visible resentimiento, de la decisión de la dirigencia indígena de no haber presionado la salida del gobierno cuando parecía que su suerte estaba echada.

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