El manejo del ECU-911 solo fue la punta del iceberg del espionaje

Las acciones de la Senain abarcan la reprochable utilización de las cámaras del ECU-911 para monitorear a opositores políticos y contradictores

Instalaciones. Desde la Senain se fraguaba la vigilancia que violaba la intimidad. Foto: La Hora

Luego de que una investigación del The New York Times revelara que durante el mandato del expresidente Rafael Correa, el Sistema Integrado de Seguridad ECU-911 fue utilizado con fines políticos y que desde ahí se espiaron a detractores del régimen, las dudas se agigantan sobre la real dimensión del aparato de espionaje durante la década correísta . 

Según Ricardo Camacho, experto en seguridad, las acciones de la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain) no solo habrían abarcado  la reprochable utilización de las cámaras del ECU-911 para monitorear a opositores políticos y contradictores, en lugar de precautelar la seguridad ciudadana; sino también escuchas telefónicas ilegales, seguimientos físicos personalizados, acciones directas de amedrentamiento; e incluso, la utilización de medios públicos para filtrar información privada de contradictores.

“El actual gobierno le debe al país una auditoría integral de toda la gestión de la Senain durante el correato. Hay demasiada información suelta que debe confirmarse, tanto en lo que tiene que ver con los equipos de espionaje utilizados, y si es cierto que muchos desaparecieron durante el cambio de gobierno; como también sobre las múltiples denuncias de obtención ilegal de información privada y hasta golpizas a opositores”, aseveró.

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