Economía
A 22 años del conflicto, soldados de Ecuador y Perú, juntos en Tiwintza
La frase ‘Ni un paso atrás’ supuso una inyección de patriotismo para los hombres que en 1995 defendían los puestos militares en la frontera con Perú. Está plasmada en Tiwintza.
La frase ‘Ni un paso atrás’ supuso una inyección de patriotismo para los hombres que en 1995 defendían los puestos militares en la frontera con Perú. Está plasmada en Tiwintza. Foto: El Universo
El helicóptero Super Puma surca la selva amazónica. Ha despegado del cuartel militar de Gualaquiza, en Morona Santiago, con destino al histórico destacamento de Tiwintza, en una ruta de 14 minutos sobre vegetación verde y espesa, vista desde lo alto como una plantación de brócoli y en la que es posible distinguir un camino que quiso trazarse en el conflicto bélico con el Perú, hace 22 años.
La aeronave aterriza sobre troncos, a las 16:35 del miércoles 6, ante 50 soldados felices de ser visitados. Son militares de Ecuador y de Perú y juntos trabajan en el desminado del 1 kilómetro cuadrado que quedó para nuestro país luego de la firma de la paz, cuando los garantes del cese al fuego determinaron área mayoritaria para la nación sureña. En Tiwintza, en astas de palo, flamean las banderas de ambas naciones, impensable en tiempos de guerra.
Los tenientes Saúl Alomoto, de Ecuador, y Henry Reátegui, de Perú, al frente de sus soldados, 23 por bando, saludan al teniente coronel Ignacio Fiallo, comandante ecuatoriano de la Unidad de Desminado, quien ha llegado para supervisión junto a periodistas de dos medios de comunicación, uno de ellos EL UNIVERSO, en la primera vez en 22 años que civiles pisan el histórico Tiwintza.
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