La verdad sobre los reclamos relativos a la salud en El Oriente

16/12/2016

Los abogados demandantes y los grupos activistas, falsamente, atribuyen virtualmente todos los problemas de salud en la región Oriente a las actividades relacionadas con la producción de petróleo. De hecho, de las pruebas científicas verosímiles presentadas a la fecha en el proceso judicial en el Ecuador, se desprende que:

• Más del 99% de todas las muestras de suelo recolectadas en las áreas remediadas por Texaco Petroleum Company (TexPet) confirman que la remediación cumplió con los requisitos fijados por el gobierno del Ecuador y que las zonas remediadas no constituyen un riesgo significativo para la salud humana.

• Más del 99% de todas las muestras de agua para consumo analizadas no contienen niveles nocivos de químicos relacionados con petróleo, y superan las normas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia de Protección Ambiental Estadounidense (USEPA).

Las evidencias son claras: la cantidad abrumadora de pruebas científicas verosímiles recolectadas a lo largo de cinco años de inspecciones judiciales, y que fueron presentadas ante la corte del Ecuador han demostrado que la población del Oriente no se enfrenta a riesgos significativos de salud relacionados con las actividades petroleras llevadas a cabo en las áreas remediadas por TexPet.

Efectivamente, algunos epidemiólogos y expertos médicos y científicos de talla mundial han analizado los estudios utilizados por la parte actora para sustentar sus reclamos. Cada experto, independientemente, concluyó que son sesgados, inconcluyentes y que contienen errores.

Los investigadores que trabajan de común acuerdo con los abogados de los demandantes y los activistas ambientales, han presentado estudios con estadísticas y aseveraciones de que los impactos históricos de las antiguas operaciones de TexPet, han producido una alta incidencia de diversas enfermedades. Sin embargo, ninguno de estos estudios alcanza el nivel de investigación de causa y efecto. De hecho, los propios autores de los estudios reconocen que esos estudios no establecen un vínculo causal y que se sabe que son muchos otros factores no relacionados con la actividad petrolera los que han causado aflicciones de salud en la región.

La Dra. Laura Green es una de las toxicólogas de mayor renombre en los Estados Unidos - una profesional acreditada por el Consejo Americano de Toxicología, y catedrática en el Massachusetts Institute of Technology - MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). En una @@declaración jurada@@ presentada en Ecuador, afirmó: “Con respecto a los supuestos efectos adversos para la salud de las operaciones petroleras en sí, muchos de los estudios ofrecen pocas pruebas, si es que presentan indicio alguno, de efectos sobre la salud, y adolecen, además, de incertidumbre, defectos, lagunas de datos y casos de interpretación excesiva de unos datos muy limitados."1

Se ha documentado ampliamente que los habitantes del Oriente adolecen de numerosos problemas de salud debido a bacterias de ocurrencia natural, saneamiento deficiente y acceso limitado a atención médica. Los datos científicos analizados revelaron la presencia de altos niveles de contaminación bacteriana de desechos animales o humanos (no de petróleo) en un 90% de las muestras de agua para consumo tomadas en las inspecciones judiciales, lo cual indica una amplia contaminación microbiana de las fuentes de agua. Sin embargo, no hay evidencia científica digna de crédito que sugiera una relación entre los problemas de salud y las operaciones de Texaco Petroleum Company en el Oriente ecuatoriano, las cuales culminaron en 1990.

Lo que los abogados de los demandantes han decidido ignorar es lo que reconocen muchas agencias internacionales de desarrollo y las ONG: Las causas principales de las enfermedades en el Oriente son la pobreza, la higiene deficiente, la presencia natural de bacterias y parásitos, una falta de acceso al agua limpia y una infraestructura insuficiente. Estos factores contribuyen a los problemas de salud en la región de diversas formas, incluyendo:

• Deficientes sistemas de alcantarillado y de saneamiento que tienen como consecuencia una exposición frecuente a parásitos infecciosos y a enfermedades bacterianas

• Aguas contaminadas por fuentes biológicas y pesticidas nocivos

• Desnutrición crónica y graves deficiencias vitamínicas

• Viviendas inadecuadas que incrementan la probabilidad de contacto con insectos infecciosos

• Falta de acceso a instalaciones médicas

• Falta de trabajadores capacitados en servicios de salud

Resulta irresponsable y, a la vez, incorrecto que los demandantes ignoren estas condiciones bien documentadas, y en lugar de ello señalen exclusivamente a la producción de petróleo como la causa de todas las inquietudes referentes a la salud.

1 Declaración de la Dra. Laura Green ante la Corte Superior de Justicia en Nueva Loja, Ecuador, 30 de junio de 2004.

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