Caso Chevron

Llega Correa, molesto con Cristina por el acuerdo de YPF con Chevron

El Clarín - Natasha Niebieskikwiat 19/09/2013

Cristina Kirchner recibirá hoy a un Rafael Correa recargado, que planea traer aquí su campaña internacional contra la petrolera Chevron, flamante socia de YPF en el yacimiento de Vaca Muerta, y que ayer le ganó a Quito una pulseada ante el Tribunal Internacional de Arbitraje de la La Haya, que la eximió ante las acusaciones por daños ambientales en Ecuador.

En el Gobierno, que conocían de hace tiempo la llegada de Correa porque participará de una conferencia internacional de scouts, intentaron detener las críticas en público.

Una avanzada de funcionarios ecuatorianos estuvo ayer en la Rosada para conversar sobre el encuentro de hoy. Cristina hizo saber que lo recibirá. Ocurre que en las últimas horas, Correa, arremetió con mensajes contra lo que llama “la mano sucia de Chevron”, y además de manifestarse dispuesto a hablar con la prensa sobre ello, su gobierno desplegó unos banner en Clarín y otros medios advirtiendo a los argentinos que Chevron haría lo mismo aquí que en Ecuador. Los banner iban acompañados por imágenes de contaminación en la Amazonia. El martes, el mandatario estuvo en la región sabiendo que se venía un fallo adverso de La Haya y hasta se mostró recogiendo residuos de petróleo de una vieja piscina que dijo dejó la petrolera Texaco, hoy a manos de Chevron.

La compañía calificó el gesto de “show mediático” y dijo que Correa distorsionaba los hechos.

Cristina tampoco lo escuchó. Los dos mandatarios no pasan por su mejor momento. Correa estuvo en la Argentina a fin de año para recibir un premio en la Universidad de La Plata y, entonces, también había avisado que hablaría a Cristina contra la petrolera. La Justicia ecuatoriana le aplicó a la filial local de la compañía un embargo por poco más de US$ 19.000 millones, luego de reconocer una medida de ese tipo que se tomó en Ecuador, pero la Corte Suprema lo revocó. Nada detuvo a la Presidente en su necesidad y urgencia de conseguirle socio y fondos para la nacionalizada YPF.

No es la primera vez que Correa y Cristina tienen un cortocircuito. Hubo un tiempo en que ambos se dispensaban tantos halagos que hasta parecía coquetería mutua. El tiempo los fue enfriando. Después vendría la Cumbre Iberoamericana de 2010, en Mar del Plata. Correa y Hugo Chávez querían una fuerte condena de la región contra los EE.UU. por las filtraciones de WikiLeaks. Cristina no quiso ir tan lejos. Y el ecuatoriano y el venezolano debieron hacer su arenga por fuera de la cumbre central. Chávez perdonó, pero Correa no.