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Medios estatales y el interés público

26/04/2012

Los regímenes que buscan limitar tanto a la oposición civil como a la política han encontrado un nuevo instrumento para controlar su mensaje: los medios del Estado. Esto se produce a pesar de que los medios estatales, como muchos medios de comunicación, deberían servir a los intereses de todos los ciudadanos, además de suministrar información libre de influencias comerciales, estatales o políticas. Según el informe elaborado en el 2009 por el relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos, los medios públicos deberían ser “independientes del poder ejecutivo, verdaderamente pluralistas, de acceso universal, contar con el financiamiento necesario para cumplir con lo previsto por la ley, además de facilitar la participación de la comunidad y garantizar mecanismos de rendición de cuentas”. En las Américas la creciente manipulación de los medios estatales se ha hecho particularmente evidente en el Ecuador, Nicaragua y Venezuela en donde, a diferencia de países como Canadá, Australia, Japón, Francia, Sudáfrica y el Reino Unido no existen regulaciones que garanticen que la prensa oficial sirva al interés público. Los beneficios para estos tres países son muy claros: la prensa oficial permite a sus líderes multiplicar el alcance de sus mensajes, mientras sirven de plataforma para lanzar campañas de desprestigio y fustigar a sus detractores. Esto contradice la noción fundamental de la libertad de prensa. No solo que estas tácticas se añaden a la influencia comercial y política sobre los medios de comunicación, sino que de manera efectiva regulan la libertad de expresión desde las altas esferas. En el Ecuador el Presidente Rafael Correa normalmente dedica sus enlaces radiales sabatinos, conocidos como cadenas, a lanzar ataques verbales en contra de los medios de comunicación privados, entre los que se destaca el principal diario nacional El Universo. La administración de Correa, de manera infame, el año pasado entabló una demanda en contra del editor de la página de opinión del diario El Universo y de dos de sus directores, luego de que el diario publicará un artículo de opinión muy crítico a su gestión. Los tres acusados fueron condenados penalmente por difamación y cada uno fue sentenciado a tres años de prisión. Además, se estableció una multa de 40 millones de dólares por daños y perjuicios en contra del diario. Este caso sigue siendo particularmente preocupante a pesar de que Correa, al verse sometido a una gran presión de organizaciones internacionales y diversas ONG, se ablandó e indultó a los tres acusados en febrero de 2012. No obstante, este patrón se hizo evidente mucho antes del 2011. Poco después de asumir el poder en el 2007 Correa empezó la apropiación de varios medios de comunicación, e inclusive de dos estaciones privadas de televisión en el 2008. El Presidente justificó estas acciones argumentando que los medios eran de propiedad del Grupo Isaías, un holding que supuestamente debía más de 600 millones de dólares al Estado luego del colapso de Filanbanco, su institución financiera, en 1998. Por Carlos Lauría-Americas Quarterly