Caso Chevron
Se debe llevar a juicio al 'atroz fraude' de Steven Donziger
National Review 29/06/2017
Foto: Reuters
Steven Donziger, abogado de izquierda con conexiones a la administración de Obama y a la administración de Andrew Cuomo en Nueva York, intentó organizar una multimillonaria extorsión a Chevron en un caso que posteriormente fue rechazado por un juez federal como producto de un "fraude atroz". Por una vez, la palabra "atroz" puede no ser lo suficientemente fuerte: En términos de dólares, el caso de Donziger contra Chevron puede muy bien ser el mayor intento de extorsión en la historia de la humanidad.
El caso implica daños ambientales en una parte remota de la selva ecuatoriana. Lo que podría ser de interés, es que Chevron - esto puede parecerles a ustedes extraño - nunca ha perforado para extraer petróleo, ni ha realizado nada relacionado con la extracción de petróleo, en el sitio en cuestión. Pero en el 2002, Chevron adquirió a Texaco, que había perforado para obtener petróleo en Ecuador como socio minoritario de CEPE, ahora conocida como Petroecuador, la compañía petrolera estatal. En 1993, Petroecuador se convirtió en el único propietario del proyecto.
Conforme Texaco se preparaba para salir, el gobierno ecuatoriano inspeccionó los sitios de perforación que había operado la compañía para su evaluación y remediación ambiental, en caso de necesitarse. En 1995, después de que Texaco invirtió unos $40 millones para trabajos de remediación (principalmente limpiando piscinas de desechos), el gobierno ecuatoriano se pronunció satisfecho, y Texaco salió del proyecto con una liberación por parte del gobierno de cualquier responsabilidad futura. Petroeecuador continuó perforando. Chevron no niega que han habido daños ambientales en el sitio, pero afirma que los daños fueron producidos posteriormente por Petroecuador, que, al igual que muchas empresas petroleras estatales, tiene un historial medioambiental lejos de excelente.
Años más tarde, el mismo gobierno ecuatoriano que se había pronunciado satisfecho con la remediación realizada por Texaco, decidió que estaba insatisfecho con la suma de decenas de miles de millones de dólares, y simplemente sucedió que un abogado activista estadounidense, Steven Donziger, susurró en diversos oídos en Quito sobre la posibilidad de obtener una enorme cantidad de dinero, menos un considerable porcentaje de honorarios para los abogados, por supuesto.
Y así comenzó un audaz ejercicio de extorsión legal, parte de el irrisoriamente descarado: El informe de un "perito" fue escrito en inglés, en parte por un hombre que no habla inglés. Resultó que el trabajo del "perito independiente" fue realizado por un consultor contratado por los abogados de los demandantes en el caso. El juez del caso dijo a los demandantes - consta en una filmación mientras el juicio estaba en curso - que fallaría en contra de Chevron y que todas las apelaciones siguientes serían rechazadas. El mismo juez también pidió un soborno de $3 millones que sería dividido entre él, el presidente de Ecuador y los demandantes. El juez fue obligado a renunciar más tarde.
Hubo mucha más evidencia de conductas ilegales, tanta que Chevron optó por la medida inusual de demandar a Donziger y a sus aliados con base en leyes federales contra extorsión, y ganó. El juez de distrito del caso, Lewis Kaplan, se manifestó sorprendido por lo que había descubierto:
Este caso es extraordinario. Los hechos son muchos y, en algunos casos, complejos. Incluyen cosas que normalmente sólo suceden en Hollywood –correos electrónicos en código entre Donziger y sus colegas en los que se describen sus interacciones privadas con jueces y un @@perito@@ designado por el juez y sus maquinaciones dirigidas a manipular a los jueces y a dicho perito, así como también sus pagos desde una cuenta secreta a un @@perito@@ supuestamente neutral, un abogado que invitó a un equipo de filmación a innumerable reuniones privadas de estrategia e incluso a reuniones ex parte con jueces, un juez ecuatoriano que alega haber redactado la @@sentencia@@ que condena al pago de miles de millones de dólares pero que era tan inexperto y se sentía tan incómodo en causas civiles que hizo que otra persona(un ex juez que había sido destituido de su cargo) redacte en su lugar algunas decisiones judiciales en materia de derecho civil; una dactilógrafa de 18 años que supuestamente hizo trabajos de investigación en Internet sobre el derecho estadounidense, inglés y francés para el mismo juez, que sólo sabía español, y mucho más.
Él descubrió que los demandantes habían incurrido en cohecho, soborno, lavado de dinero, y más, y que la @@sentencia@@ ecuatoriana en contra de Chevron, había sido obtenida por "medios corruptos". Y esta corrupción sucedió, dictaminó él, con autorización expresa de "Donziger".
“De hecho”, escribió Kaplan, “un miembro del equipo legal ecuatoriano, en un momento de honestidad por haber entrado en pánico, admitió que si salieran a la luz documentos que exponen sólo parte de lo que habían hecho, “aparte de destruir el juicio, podemos ir todos tus abogados a la cárcel”’. Llegó la hora de enfrentar los hechos.. . . . Pero a pesar de la compleja historia y alcance del caso, y a pesar de su gran elenco de participantes, los hechos en última instancia se centran en un hombre –Steven Donziger–y en su equipo de abogados ecuatorianos y de inversores financieros estadounidenses y europeos ". Eso fue suficiente para asustar a muchos de los otrora aliados de Donziger: Burford Capital, que invirtió millones de dólares para @@financiar@@ el caso a cambio de una parte del pago de la sentencia, se alejó, alegando que había sido engañado por los abogados de los demandantes. La firma de Filadelfia, Kohn, Swift & Graf, que también puso millones en el caso, también se alejó. La firma de Washington con muchas conexiones políticas, Patton Boggs, acabó decepcionada por su participación en el caso, y tuvo que pagar $15 millones y emitir una declaración pública de arrepentimiento. Stratus Consulting, que había trabajado para los abogados de los demandantes, llegó a un acuerdo con Chevron, admitiendo que estaba consciente de la mala conducta del abogado en el caso y que los reclamos en contra de Chevron no tenían ningún mérito científico. Otro financista, Woodsford, se alejó, diciendo que estaba "profundamente preocupado por los estándares éticos del abogado Steven Donziger". Alberto Guerra, el juez original del caso, dijo que después de su despido, los abogados de los demandantes le pagaron miles de dólares para escribir una directiva legal a nombre del juez posterior en el caso, a fin de garantizar resultados favorables.
Toda la evidencia sugiere que Steven Donziger y sus aliados estuvieron implicados en una conspiración criminal para extorsionar miles de millones de dólares a Chevron.
En junio, la Corte Suprema ratificó que la @@sentencia@@ en contra de Chevron no era aplicable en los Estados Unidos. Donziger y sus colegas tienen prohibido beneficiarse de la @@sentencia@@ en cualquier parte del mundo.
El juez Kaplan prácticamente se pronunció por presentar cargos contra Donziger y sus aliados en este asunto, y ahora solicitamos explícitamente lo mismo: El caso en contra de Chevron fue, como los tribunales han afirmado, producto de un atroz fraude, no sólo entre políticos corruptos y jueces en el Ecuador, sino también entre abogados y operadores políticos aquí en los Estados Unidos, todos ellos parte de una iniciativa fundamentalmente corrupta para pervertir al sistema judicial, y las bien intencionadas preocupaciones de los ecologistas, con una despiadada estafa con decenas de miles de millones de dólares en juego. Las compañías petroleras pueden no ser unas demandadas agradables, pero Chevron ha sido obligada a gastar millones de dólares para defenderse de estas demandas. Chevron y sus accionistas, quienes, en última instancia pagan la factura de esto, no son magnates petroleros texanos que mastican tabaco: Dos de los sistemas de pensiones públicos más grandes de los Estados Unidos, el de California y el de Nueva York, son importantes inversionistas institucionales en Chevron. Es a ellos a quienes en última instancia estuvo dirigido este intento de extorsión.
Toda la evidencia sugiere que Steven Donziger y sus aliados estuvieron implicados en una conspiración criminal para extorsionar miles de millones de dólares a Chevron y que utilizaron medios corruptos, que van desde la alteración de evidencia hasta el franco soborno, para hacerlo. Esto puede y debe producir un proceso penal en los Estados Unidos, y solicitamos al Departamento de Justicia de los Estados Unidos que lo emprenda.
Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original en inglés puede ser visto aquí
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